Limpieza de gas de escape
La emisión de gases de procesos industriales contiene contaminantes que deben eliminarse antes de ser emitidos a la atmósfera. La selección del proceso de limpieza de los gases de escapes depende primordialmente de:
• Los límites de valores permisibles exigidos por la norma
• De la naturaleza y características de la sustancia contaminante
• Del presupuesto de la empresa o industria
• Del acceso a la tecnología apropiada
Existen numerosos procesos de limpieza que se pueden utilizar solos o combinados:
La incineración es un método muy utilizado para disponer el gas industrial residual. La gran ventaja es que permite convertir cualquier corriente orgánica gaseosa de manera limpia en cenizas, la desventaja es que no permite recolectar residuos para su reúso. Los productos de una combustión completa son CO2 y H2O; cuando hay producción de HCl y SO2 se utilizan unidades de absorción para no emitir a la atmósfera sustancias potenciales de producir lluvia ácida.
Un incinerador consta de una cámara de combustión, una boquilla, un inyector de oxígeno y algunos tienen catalizadores para aumentar la reacción de combustión. Se instalan directamente en los ductos de las chimeneas.
La adsorción separa los componentes de una mezcla gaseosa por contacto con un material poroso, al reaccionar químicamente con un elemento como el carbón activado qué atrae la molécula del gas. De esta manera se elimina el contaminante de la emisión. El agua es bombeada dentro de una columna que contiene el carbón activo, esta deja la columna a través de un sistema de drenaje produciendo una acumulación de sustancias en la columna. Tiene una gran capacidad de remoción, pero requiere de un mantenimiento frecuente y no se puede extraer la sustancia, la cual debe llevarse a vertedero.
Pueden ser húmedas (gasificación con rocío de agua) o secas (combustión). Se usan para recoger vapores de ácido sulfúrico, ácido fosfórico y compuestos de sodio, de esta manera se controla el MP2,5, incluso partículas de menor tamaño.
Está compuesto por una columna metálica, dentro de la cual se instala una serie de platos perforados y un conducto para introducir los gases; el líquido se rocía en la parte superior y desciende de plato en plato mientras que el gas asciende a través de los orificios presentes en los platos, asegurando así el contacto entre las dos fases para que la emisión salga “limpia” y poder recolectar MP o sustancias contaminantes.